PROYECTO EVANGELIZANDO

 La posición oficial de la Iglesia Católica sobre el suicidio es que se considera un acto gravemente contrario al amor de Dios y al deber de preservar la vida que se nos ha confiado. El Catecismo de la Iglesia Católica, en su párrafo 2280, establece que "Todo ser humano, tanto si es creyente como si no, debe considerar un mal moral el suicidio, en cuanto atenta contra la vida y la intimidad de la persona". La enseñanza de la Iglesia se basa en la comprensión de que la vida humana es un don sagrado otorgado por Dios, y que tenemos la responsabilidad de cuidar y preservar ese don. El suicidio se considera un acto que niega o rechaza la vida, y es visto como un acto de autodestrucción y una falta de confianza en la misericordia y el amor de Dios. Es importante señalar que la Iglesia reconoce que la persona que se quita la vida puede encontrarse en un estado de sufrimiento psicológico o emocional extremo, y que esto puede afectar su capacidad de tomar decisiones libres y racional...

 La Iglesia Católica enseña que los padres tienen la responsabilidad de educar y disciplinar a sus hijos de manera justa y amorosa. La disciplina adecuada es necesaria para el desarrollo y la formación de los hijos, pero se debe ejercer dentro de un marco de respeto y cuidado. La Iglesia enfatiza que los padres deben educar a sus hijos en la virtud, guiándolos hacia el bien y ayudándolos a comprender las consecuencias de sus acciones. El Catecismo de la Iglesia Católica (parágrafo 2223) establece que los padres tienen la responsabilidad de corregir a sus hijos, pero sin dañar su dignidad y sin recurrir a la violencia o al abuso físico o psicológico. La enseñanza de la Iglesia se basa en el reconocimiento de la dignidad y el valor intrínseco de cada persona, incluidos los niños. Los padres deben ejercer su autoridad de manera equilibrada y justa, teniendo en cuenta las características y necesidades individuales de cada niño. Los castigos físicos o emocionales excesivos, humillantes ...

 La Biblia ofrece orientación sobre la disciplina y corrección de los hijos en varios pasajes. Aunque los enfoques específicos pueden variar, la enseñanza general es que los padres tienen la responsabilidad de educar y guiar a sus hijos de manera amorosa y justa. El libro de Proverbios en el Antiguo Testamento, por ejemplo, ofrece consejos sobre el disciplinamiento de los hijos. Proverbios 13:24 dice: "El que no castiga a su hijo, lo estima como no querido; ¡el que lo ama, lo corrige de verdad!". Asimismo, Proverbios 22:15 afirma: "La falta en el corazón del niño se cura con azotes; la vara sí que lo alejará del camino de la perdición". Sin embargo, es importante tener en cuenta que el uso de la vara o el castigo físico estaba enraizado en las culturas antiguas, y debe interpretarse y aplicarse con sabiduría a la luz del amor y el respeto que se deben a los niños en la actualidad. La enseñanza bíblica no justifica el maltrato o abuso hacia los niños. Además, la Bibl...